- LOS AÑOS 40
En
1941 Estados Unidos entra en la Segunda Guerra Mundial y se sucede un cambio
radical frente los años de la depresión en los que las mujeres que trabajaban
eran acusadas de “robar” el trabajo a los hombres. Ahora, por el contrario eran
llamadas a ocupar roles tradicionalmente masculinos. Durante los años de guerra
cerca de seis millones de mujeres obtienen trabajos remunerados.
Las
mujeres trabajaban día y noche moviendo la maquinaria de la economía en tiempos
de guerra y sosteniendo todavía el frente doméstico.
Incluso Hollywood empezó a
reflejar los nuevos roles que las mujeres estaban tomando. Actrices como Bette
Davis y Joan Crawford retrataban a valientes mujeres trabajadoras de pensamiento práctico en
esferas tanto domésticas como profesionales.
La
música y la industria del entretenimiento también abrió sus puertas a las
mujeres, contratándolas para remplazar a los hombres que habían sido heridos, habían
sido llamados a filas o se habían alistado. Betty Sattley, saxofonista de las
Melodears, de la que hemos hablado anteriormente, sustituyó a su marido en la
banda de Louis Prima, y Gracie Barrie tomó la dirección de la banda de su
marido Dick Stabile.
En
el mundo del jazz el swing había alcanzado su madurez. En Nueva York, un
pequeño grupo de músicos insatisfechos con las limitaciones de la música había
empezado a experimentar con una música más rápida y más compleja armónicamente
a la que habían dado el nombre de “bop”. A la vanguardia de este movimiento
estaban Charlie Parker, Sarah Vaughan, Thelonius Monk, Dixie Gillespie, Bud
Powell y el arreglista Tadd Dameron,
quien comparó esta nueva música con una carretera sinuosa, rodeada de un
paisaje exuberante frente a los polvorientos y aburridos caminos eternamente
rectos. Una de las primeras personas que apoyaron este controvertido nuevo
movimiento fue Mary Lou Williams, quien ofreció su apartamento a los boppers, los cuales solían pasar días y
noches allí, trabajando con su piano y pidiendo su opinión. “ Aquello era como
en los años 30”, le contaba una vez a Witney Balliet: “ los músicos se ayudaban
los unos a los otros sin pensar solamente en ellos mismos”.7
Aunque
el swing había dejado de desafiar a algunos músicos continuó agradando al
público, y al comienzo de la década las big bands de mujeres fueron en aumento.
Algunas mujeres salieron directamente del instituto para formar parte de bandas
como la International Sweethearts of
Rhythm, Prairie View College Co-Eds y Swinging Rays Of Rhythm. Por entonces,
la Eddie Durham´s All-Star Girl Orchestra
estaba tocando tan bien como la mejor banda masculina de la época. Estas bandas
también dieron a las mujeres que llevaban dentro el sentimiento de la
improvisación y del jazz una oportunidad de coger experiencia antes de recalar
en bandas o combos de swing más “auténticos”.
Las
mujeres instrumentistas solistas empezaron a ganar gran audiencia y visibilidad
en los años cuarenta y comenzaron a hacer más grabaciones. En ocasiones, se
formaron expresamente para sesiones de grabación o algún concierto estelar ciertos
combos en los que convergían artistas de la talla de Bridget O´Flynn a la
batería, June Rotenberg al bajo, Marjorie Hyams al vibráfono, Mary Osborne a la
guitarra, dirigidas por Mary Lou Williams, al piano, encargada también de los
arreglos y las composiciones.
A
pesar de las enormes contribuciones que las mujeres hicieron en el mundo del
jazz durante los años de la guerra, una vez que esta terminó la atmósfera del
club de hombres retornó al negocio del entretenimiento y muchas mujeres una vez
más fueron acusadas de robar el trabajo a los hombres y sistemáticamente fueros
quitadas de en medio, lo que pasó a su vez en muchas otras profesiones e
industrias.
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